Gestión de proyectos: La gestión estratégica

Todas las empresas han tenido y tienen estrategias. La diferencia estriba en si estas constituyen el producto de ejercicios racionales y programados o si, por el contrario, está implícita en la actuación de la empresa pero no obedece a un planteamiento formal (Brenes, 2004). Este autor muestra la evolución de la historia empresarial en cuatro etapas claramente diferenciadas:

 

Cumplir el presupuesto

La primera fase podría estar constituida por la etapa inicial del empresario moderno durante la revolución industrial y hasta la II guerra mundial, pues las actividades típicas de planificación o planeamiento (el control operativo, el presupuesto anual y el enfoque) eran principalmente funcionales.

 

Planificar para el futuro

La segunda fase podría iniciarse con los movimientos de posguerra representados por una planificación más eficaz para el crecimiento, el análisis ambiental y los planes con cobertura de más de un periodo con asignación estática de recursos.

 

 

 

Pensar en términos abstractos

Los años ochenta, la crisis petrolera y otros factores podrían el inicio de la tercera fase con una clara muestra de atención y creciente respuesta a los mercados y a la competencia, complementado por un análisis de la situación y una valoración competitiva como base para elegir las alternativas estratégicas. Esta fase puede perfectamente considerarse la de mayor impacto, pues marca la nueva era de los negocios donde el cliente, el entorno y la competitividad han ocupado el primer lugar para los tomadores de decisiones.

 

Crear el futuro

La cuarta fase no presenta grandes diferencias, sino más bien nuevos ingredientes importantes como la creatividad y la flexibilidad que apuntan hacia el objetivo planteado: la creación del futuro. Esta es la fase actual, la fase de mayor eficacia que la gestión de planificación o planificación formal empresarial ha alcanzado.

 

 

 

Evolución de la historia empresarial (objetivos)

 

 

Crear el futuro implica gestionar de forma productiva la estrategia de la organización, para que esta llegue a alcanzar sus objetivos. El concepto de gestión estratégica permite la realización de lo que se ha dado en llamar proyectos estratégicos. La gestión de proyectos estratégicos inserta los conceptos de gestión estratégica en la organización, pero rompiendo la estructura tradicional de esta. A través del proyecto estratégico le damos un principio y un fin a los procesos para que la realización de los objetivos corporativos tenga sentido global. Si una organización genera un plan estratégico en el cual se establecen grandes líneas de acción para la organización y desea llevarlo a la practica, una forma de hacerlo es estableciendo proyectos estratégicos y manejando dentro de ellos procesos participativos y abiertos de gestión estratégica.

A modo de ejemplo, y por ilustrar la relación entre la gestión estratégica y los proyectos estratégicos, podemos decir que la gestión estratégica se comporta como el cerebro, asumiendo la inteligencia del negocio, mientras que la gestión de proyectos se convierte en las piernas y brazos que ejecutan. La gestión de proyectos se convierte, en este caso, en el «modus operandi».

En abril del 2015, Apple realizó el lanzamiento mundial del reloj inteligente de pulsera Apple Watch conforme a su estrategia para diversificar su mercado. Entre sus proyectos estratégicos se encuentra el desarrollo de este tipo de dispositivos móviles con el objetivo de captar la mayor cuota posible de un mercado potencial estimado para 2019 de alrededor de 112 millones de artefactos de este tipo.

 

 

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