La imagen corporativa es un tema que la verdad que en el ámbito de los estrategas empresariales se toca poco. Se toca poco porque parece ser que es más importante destinar ese tiempo a crear un buen plan de negocio y una buena estrategia comercial para poder tener éxito en sus ventas y en sus partidas contables que a lo que realmente nos va a dar a conocer, que es nuestra imagen ante el mercado. Diría que son muchos los emprendedores que no destinan ni un 5% del presupuesto del que se dispone para la inversión, a la creación de una buena imagen corporativa. A mi parecer esto es uno de los mayores errores que tenemos a la hora de emprender o crear nuestra empresa. No se destina ni tiempo, ni dinero a la creación de una imagen corporativa.
En una ocasión, un profesor de mi MBA me dijo: Francisco, por muy bueno que seas, siempre ten en cuenta que una primera impresión solo se va a dar una vez en la vida, las demás impresiones pueden ser mejores o peores, pero no serán la primera (que suele ser la que más recala en las personas). Esto mismo pasa con las empresas.
Las empresas deben saber venderse, nuestra imagen corporativa es lo que le va a dar al cliente esa primera impresión sobre nuestro negocio, si esa impresión no es buena, el cliente pasará por delante de nuestro negocio y ni se parará a ver, qué es lo que ofrecemos, podemos tener un producto muy bueno, pero a ese cliente ya lo hemos perdido porque no hemos conseguido llamar su atención, no le hemos dado esa adecuada primera impresión y posiblemente, ya el cliente no vuelva a pararse en nuestra puerta a ver quienes somos porque no le hemos interesado en un primer momento. Cuando existe la necesidad de comprar algo solemos o intentamos siempre escoger la mejor opción de compra y siempre lo que más nos llama la atención, al final, al cliente siempre tienes que entrarle por la vista, si tu empresa no entra por la vista de ese cliente, ese cliente no depositará su confianza y su dinero en nuestra empresa, debe existir comunicación visual entre nuestra empresa y el cliente.
Sin embargo, son cada vez más las empresas que utilizan nuevos métodos de crear su imagen corporativa de una manera barata y sencilla, de hecho, en algunos casos, han recurrido a paginas webs que ya te dan tipologías de logos para la imagen corporativa de la empresa totalmente gratuitas (sin ninguna calidad).
Pongámonos en un caso, situémonos en la sede de Google en Silicon Valley, somos el director de RRHH de Google y vamos a crear un proceso de selección de candidatos para el puesto de director financiero de la compañía. Vienen 2 candidatos a las entrevistas, el 1º, un chico joven, 24 años, Stanford University en su CV, una joven promesa en el sector de las TICS. El chico viste con unos vaqueros usados y rotos, un pelo grasiento y despeinado, olor a frituras y unas deportivas sucias. El 2º candidato, viene de una universidad mediocre, 25 años, un chico normal en el sector de la informática. En cambio, el chico viene con su pelo lavado, un buen traje limpio y nuevo, unos zapatos limpios relucientes y una buena colonia. Posiblemente ese chico no sea tan especial como el otro, pero la impresión que nos llevamos de los 2, ya nos decantaría por el 2º.
En nuestra empresa pasaría lo mismo, al final, nos vendemos a nuestros clientes exteriormente y después interiormente. Una mala imagen corporativa nos haría perder muchos posibles clientes, aunque nuestro producto fuese la cura del cáncer, esto es real y yo, como consumidor, lo veo diariamente.
Destinar tiempo y dinero a tener una buena imagen corporativa no es un dinero a fondo perdido, es una inversión con un ROE enorme, es lo que más clientes va a atraer, mucho más que nuestro modelo de negocio, mucho más que nuestro producto y sí, mucho más que nuestro producto, la verdad, nuestro producto es siempre lo más importante, pero el envoltorio es lo que le llama al cliente a comprarlo, después, cogerá y verá nuestro producto, pero lo que le va a llamar la atención en la estantería al lado de nuestros competentes es el envoltorio que tiene fuera y nuestra imagen de marca.
El logo
Una buena imagen corporativa es aquella que perdura y gusta durante años, un buen ejemplo de diseño perfecto es el logotipo de Coca-Cola que es el mismo que se creó en 1885 y es reconocido por millones de personas en todo el mundo. Indudablemente el logotipo va unido a la marca, pero no es sólo el logotipo, es también el color rojo, su famosa botella de cristal e incluso Santa Claus que pasó de vestir de verde a rojo gracias a un anuncio de coca-cola de los años 40, si unes todo esto obtienes una marca exitosa que vende en todo el mundo.
Lógicamente estamos hablando de una marca reconocida internacionalmente que sentó unas bases de comunicación visual desde un principio que siguen vigentes hoy en día. Pero en todas las ciudades y provincias se pueden encontrar ejemplos de pequeños negocios con un diseño de imagen corporativa diferenciadora y bien conocida por toda la población local.
La identidad corporativa de tu negocio se forja mediante la combinación de distintos elementos como logotipos, papelería administrativa o diseño web, que serán identificados y recordados por el cliente.Una mala identidad corporativa puede dificultar la captación de futuros clientes, al igual que un logotipo anticuado u obsoleto hace que los actuales clientes puedan buscar otras empresas que tengan una imagen de marca más innovadora y actual, empresas más cercanas y que den mayor confianza.
A veces un logotipo puede dar una imagen corporativa que no se relaciona fácilmente con la función que desempeñas, por lo que es muy importante contar con el apoyo y los conocimientos de profesionales, diseñadores gráficos. Recuerda que una buena primera impresión de la marca te facilitará la labor de acercarte a los posibles clientes.
Vamos a crear esa comunicación visual, esa buena primera impresión, porque si nuestro producto es bueno y nuestra imagen corporativa va acorde con la calidad de nuestro producto, nuestro éxito será bestial.
Y me gustaría acabar este artículo con una frase de Paulo Coelho que dice así: El día que leí que el alcohol era malo para la salud, dejé de… leer.
Francisco Coll Morales.